7:30 descendemos hasta la carretera B-402, y nos dirigimos hacia Guardiola. A 2 km nos desviamos hacia el camping l'Espet, dónde antes de llegar, cruzamos un pequeño puente de piedra, que nos deja en una pista.
Los primeros 2 km son agradables, la pista está medio asfaltada. A partir de aquí, la pista empieza a subir, y el terreno ya no es tan bueno.
Llegamos a la casa de l'Estret, dónde aprovechamos para hacernos unas fotos, quitarnos algo de ropa (la chaqueta y los manguitos).
Llevamos sólo 5 km y 250 m de desnivel, pero parecen el doble (debe ser la altitud).
Continuamos subiendo, cada vez se hace más cuesta arriba. Se van combinando pequeños repechones, con descansillos, pero cada vez los repechones son más largos y más inclinados, y las dichosas piedras sueltas no ayudan nada.
Llevamos 7 km y 450 m de desnivel, y llegamos a un cruce señalizado, do nde nos desviamos a la derecha, hacia la Pardinella de Gavarròs.
Aquí el terreno cambia de piedras, a una pista arcillosa, pero igualmente pica hacia arriba. 400 m con una media del 15%. Oscar se va acordando de mi familia.
"Bueno, ahora sólo queda planear hasta comenzar el descenso!", le digo a Oscar para amansarlo, pero después de tan sólo 100 m de descenso, se da cuenta que miento más que hablo. 2 km más con una media del 9%, pero el paisaje lo merece.
Llegamos a la casa de La Pardinella de Gavarròs.
Detrás de mí, se puede ver el Coll Roig.
Llegamos al Coll Roig, una montaña que impresiona por su color rojizo, y su aspecto lunar.
En el refugio, nos desviamos a la derecha, por una pista que bordea la montaña, hasta llegar a las faldas del Puig Cal. Este tramo es de llaneo y espectacular, hasta consigo ver a un par de ciervos en medio del camino, los cuales salen pitando montaña a través, al escucharnos.
Llegamos a un cruce, donde nos desviamos a la derecha, y comienza otro descenso hasta la carretera B-402. Son 7 km de bajada por una pista llena de piedras, que cuando pican en el cuadro hacen una gracia..., y unas regatas fantasmas, que aparecen cuando estás justo delante de ellas. La verdad que es un tramo de mucha tensión, no te puedes despistar lo más mínimo, si no quieres ir al suelo. Sólo nos paramos al inicio del descenso, para que Oscar mirara al horizonte y reflexionara sobre el orígen de la vida (juajuajaujaujau).
Una vez en la carretera nos dirigimos a La Pobla, en busca de nuestra recompensa.
Finalmente 25 km y 900 m de desnivel.
Saludos,
