sábado, 19 de octubre de 2013

Ripoll a Riudellots


  Hace semanas que los "ancianos" del grupo nos explican la leyenda de la travesía de Ripoll - Riudellots. Todos coinciden en que se trata de un paseo, largo, pero un paseo. Creo que debe ser algo más, ya que en esta última semana se han ido sucediendo los entrenamientos clandestinos.

  El día de antes, Oscar y yo cometábamos lo que llevaríamos; camelback? geles, barritas? qué ropa ponernos? mucho frío? el color de la sombra de los ojos? (cosas de ciclistas).

  6:00 suena el despertador, y no hay tiempo para divagar (ronronear entre las sábanas). Desayuno rápido, zumo y cereales.

 
 6:30 me reuno con Oscar en el parking. Montamos las bicis en el coche.

 6:45 Plaza Dr. Ferran. Nos reunimos con el resto del grupo. Primer contratiempo, Quim no ha llegado. Intentamos establecer comunicación con él, pero una señorita nos dice "el teléfono al que llama.....", nos tememos lo peor, "SE HA DORMIDO, NOOOOOOOO". La solidaridad en el grupo se hace patente; "que se joda, nos largamos (dicho de buen rollo).

   De pronto, vislumbramos una luz al inicio de la Gran Vía, y como el Ave Fénix, Quim aparece de las profundidades sobre su flamente corcel blanco Specialized.

   Gratas palabras de bienvenida; "menos tocársela por la mañana....." "ya nos íbamos....".

   Nos ponemos en marcha dirección Granollers.

   Una vez en la estación de Canovellas, los nervios se manifiestan levantando bicicletas, realizando bailes satánicos invocando a los dioses de los ciclistas....













 Menos mal que la foto del grupo nos tranquiliza un poco.






  El viaje en tren lo hacemos entre anécdotas, comida, bebida, y alguna que otra pastilla.


Después de poco más de una hora, llegamos a Ripoll.

      
    Comenzamos a pedalear, y a pocos metros nos metemos en un bar. Increible, no hemos hecho ni 1 km, y ya estamos en un bar, esto promete.


Después de un café, ahora sí. Foto oficial de la salida.


 La temperatura es agradable para la época y el lugar. Callejeamos por Ripoll hasta llegar a la Via Verda.

 

  Este primer tramo de unos 10 kms y poco más de 100 metros de desnivel, que nos llevará hasta Sant Joan de les Abadesses, está muy bien señalizado. Pasamos por algun que otro túnel y campos con ganado (alguno se lo mira pensando en unas brasas).










  La cabeza del pelotón sale con ganas, no sé si es por que tienen frío o por desfogar los nervios acumulados. Yo me lo tomo con calma, incluso me permito realizar fotos en marcha (como se puede observar).

  Carrique comienza a terner algún problema con el freno trasero. Hoy ha decidido probar una Orbea 29 que le han dejado. Intenta resolver el ruido en marcha, pero no lo consigue. Llama por radio al servicio mecánico, y Primi le contesta que en la próxima parada se lo mira.






 Nos detenemos en un parque a la entrada de Sant Joan, y Primi cumple con su palabra, y repara el molestoso ruido del "frenillo" de Carrique.






 Otra vez en marcha, cruzamos Sant Joan, para ir a buscar la carretera GI-521, para afrontar la subida a Santigosa.
















  El puerto comienza con un tramo de 2,5 kms con un 5% de pendiente media,  durante el cuál aprovecho para charlar con Oscar y hacer alguna foto.


 Aprovechando la relajación, se produce la primera escapada, Cadevall y los dos jovencillos del grupo, ponen "tierra" por medio y desaparecen.

 Dejo de hacer fotos, y me concentro en la subida. Pongo velocidad de crucero y "veo" cómo poco a poco me distancio del grupo, ... me acerco a otros ciclistas que no son del grupo.

  Mi desconocimiento del puerto, hace que sea cauto y mantenga un ritmo que no me queme, a la espera de algun tramo fuerte.

  Después de dejar algunos ciclistas (alguno de ellos, literalmente en la cuneta), diviso la silueta esvelta de Cadevall. Poco a poco me voy acercando. Veo como él disimuladamente (giraba todo el cuerpo), va mirando hacia atrás para controlarme. Me sigo acercando, en un par de curvas le doy caza. Ya lo tengo, un curva más y ya está, pero al salir de ésta, diviso la recta final del puerto. Nada, no hay rampa dura.

  Una vez arriba, momento para charlar y esperar al pelotón. Cuatro risas y unas fotos.



  Guardo los "estris" de la cámara de fotos (si digo "guardo el trípode" puede dar pié a confusiones). Me pongo el chaleco para afrontar la bajada, pero no sé qué ha pasado, me he quedado sólo!!, la gente ha salido disparada.

   Plato grande, y ...gas gas, para poder enganchar al pelotón.

   La carretera está húmeda, pero al personal le da igual, como se plegan!!!.

  Llegamos al cruce de Vallfogona, volvemos a parar para reagrupar y comer algo.

  Hemos salido de la zona más frondosa y humeda. Ahora el sol se impone, y promete un descenso camicaze.




No sé si por vicio o por aerodinamismo, pero no se tarda en ver posturas sugerentes sobre la bici (esos culitos!!!).







 
   10 kms de descenso por una carretera casi desértica, con un asfalto seco y en buen estado, da para muchas batallas. El ritmo es demoledor, pero aún así, consigo hacerme con la cámara y tomar alguna instantánea.



    Una vez en Olot, nos tranquilizamos y parecemos chicos buenos.


   

Después de callejear un poco nos adentramos en el bosque.






   Un tramo de 10 kms hasta Sant Esteve d'en Bas, por un camino custodiado en su mayor parte, por paredes naturales de roca y vegetación, que transcurre entre pequeños túneles, hacen que parezca que nos hubiésemos trasladado a otra época. ¡Qué alucine!.


 
 
      De San Esteve hasta la estación de tren de Amer, recorremos 28 kms por unos caminos fantásticos, con algun pequeño repechón. Los adelantamientos durante este tramo se suceden, no hay tregua!!!!. Hasta el más tonto hace relojes. 

   Muchos eran los que decían "yo no pienso entrar en los piques", pues menos mal!!!!!, cuando menos te lo esperabas... zasca un adelantamiento, vuelta otra vez al ruedo y adarle gas a los pedales. Entre tanta batalla, hubo tiempo para las risas, pero no para las fotos, que es muy difícil conducir con una mano.

  Una vez en Amer, aparecieron las primeras rampas en las piernas, y Primi que vale tanto para un roto como para un descosido, hizo de masajista.
 




  No es sólo peligroso agacharse a por la pastilla de jabón en una prisión, en todos los sitios se cuecen habas!!.


 Seguimos nuestro recorrido hasta la Cellera de Ter. Donde nos esperaban con los brazos abiertos, y lo más importate, con una mesa preparada.



  Qué bueno está todo cuando se tiene hambre!!! Durante la comida se sucedían las anécdotas de todo tipo. La que tuvo más transcendencia fue la inventada por Tur, en la cuál explicaba a Xavier, que la mujer de Primi no sabía que estaba hoy haciendo esta salida, le había dicho que estaba trabajando!!!.




  Qué duro es volver a los pedales, después de una hora y media de comer, beber y sobretodo reir. Pero tenemos que continuar.

  El siguiente tramo de 20 kms hasta Girona, fue de esos que haces sin muchas pretensiones, aprovechas para charlar y compartir experiencias con los compañeros.

  Una vez en Girona, hubo un poco de confusión del recorrido a seguir, ya que los iluminados, no son capaces de seguir marcando por la ciudad, el camino de la Via Verda . Después de ser guiados por otro ciclista autóctono, conseguimos volver a la Via y salir de Girona.

  Este último trámo de 18 kms hasta Riudellots, se hace muy pesado. Ya no nos acompañan esos caminos  frondosos con túneles. Ahora son campos de cultivos, sin resguardo alguno contra el fuertisimo aire en contra que nos azota.


  Lo único interesante, son los puentes de hierro que cruzan los ríos, excusa perfecta para detenernos a realizar unas fotos, y recuperarnos un poco.














  Después de 107 kms y poco más de 850 mts de desnivel, llegamos a la estación de Riudellots.

  Aquí nos dejamos caer, y nos relajamos del todo (unos más que otros).





  La vuelta en tren hasta Granollers fue en un vagón lleno hasta la bandera, con bicis por todos los sitios, gente en el suelo y con mucho olor a compañerismo!!





  Una vez en Granollers, hicimos los últimos kilómetros en bici hasta la estación de Canovellas.

  Cargadas las bicis en los coches, toca la hora de la despedida, ohhhh.

  Bueno, Oscar y yo ya formamos parte de la leyenda Ripoll - Riudellots!!!!

  Para que una salida de estas carácteristicas sea perfecta, se han de alinear los siguientes planetas; climatología, salud, averías y el más importante de todos, la compañía. Nosotros tuvimos mucha suerte y pudimos disfrutar de todos ellos.

  Salud y hasta la próxima COMPANYS.


Track: http://ca.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=5641844

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